lunes, 14 de noviembre de 2011

Una recomendación literaria +1: "Frágiles"

Portada de Frágiles
Si un libro me parece aburrido hago el esfuerzo por terminarlo, sin imponerme plazos serios. Pero si de entrada me parece interesante y diferente desde ese día no me separo de él. Esto me pasó con la novela corta Frágiles, de la escritora guayaquileña Carolina Andrade. Me dirán ¿por qué?, ¿qué aporta?. En mi caso, me parece que su obra  reune picardía, frontalidad, amor, miedos, frustraciones, añoranzas, religión, Latinoamérica y USA, entre otras tantas cosas, bien pensadas para cada uno de sus personajes. 

Mi debilidad es la jerga guayaquileña mezclada con ocurrencias. En “Frágiles” encontré esto y toda una historia para explorar. Me enganché sin notarlo, es decir, recorrí muy entretenida la primera parte sin percatarme de que ya había empezado la maratón (mérito absoluto de la autora) que, por cierto, actualmente es directora de la carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. 

La destreza a la hora de plantear las bases del relato me dejó una invitación abierta para el repituti. Y también me quedé con varias preguntas en mente. Me contacté con Carolina y una vez que he obtenido respuestas, las comparto con ustedes en este blog, La lleva Alicia.

1. ¿En qué circunstancias elegiste el título “Frágiles” para tu primera novela publicada en 2009?
La fragilidad habla de un estado potencial, el de poderse romper con suma facilidad. La novela habla de personajes y situaciones que caminan al borde de. ¿Qué es romperse? Creo que el texto sugiere una serie de formas, todas ellas no estruendosas ni trágicas, pero sí comunes aun para personas a quienes parecería que les tocó una buena mano en el reparto de los naipes.


2. La novela está dividida en tres partes y antes de iniciar la lectura de cada una de ellas nos topamos con unos incisos sobre el vidrio y sus particularidades. ¿Cuál fue tu intención al incluirlos?
Son indicios para una lectura. Son textos que vienen del discurso científico y no del literario. Un juego con el lector: es él quien debe usarlos y elaborar algo… o no. Como puede jugar con las matemáticas de Bruno o las pinturas de Cecilia. Indicios.

3. ¿Podrías describir a partir de qué “fragilidades” de los seres humanos construiste a Cecilia y Bruno, protagonistas de la novela?
Mi idea fue literaturizar a miembros de una clase socioeconómica que en Ecuador, dado el régimen de visibilidad vigente, poco o nada significan: no se ven, no pesan. Cuando en el año 99 hubo una importante crisis financiera en el país, se repitió con insistencia que la clase media desaparecería o terminaría constituyendo una capa sumamente delgada…como de vidrio. Cecilia y Bruno provienen de ese estrato y es su incongruencia con el entorno lo que, aparte de su humanidad, determina en gran medida su carácter de frágiles.


4. Para comprender las vidas de Cecilia y Bruno nos brindas un contexto social, político y cultural que también está basado en los principales hechos noticiosos difundidos a través de los medios de comunicación de Latinoamérica y Estados Unidos. ¿Cómo los seleccionaste?
Para hacer énfasis en que los proyectos de ambos personajes no eran posibles.


5. La narrativa que empleas me resulta bastante familiar. Una de las sorpresas que me llevé fue leer los correos electrónicos que se envían los protagonistas. ¿Qué opinas del lenguaje reinventado en Internet a punta de abreviaturas y expresiones iconográficas?
En la novela, los personajes se escriben correos electrónicos en la segunda mitad de la década de los 90s, ni las redes ni los celulares habían revolucionado el mundo de las comunicaciones como inmediatamente después lo hicieron. Estamos frente a nuevos lenguajes y nuevas lógicas: oralidad escrita, gestos graficados, sobreproducción de imágenes. Bienvenidos los afanes de comunicación y los medios para concretarlos. Hay que estar pendientes de qué comunicación estamos desarrollando y si estamos en capacidad de ser multilectores y polialfabetizados; si no lo estamos, al rato volvemos a la Torre de Babel y…todos confundidos.


6. En futuras publicaciones, ¿darías cabida o te referirías a las redes sociales o nuevas plataformas tecnológicas que se están desarrollando?  
Aunque no sean nombradas, estarán, indudablemente.

7. A lo largo de la novela también vemos anglicismos. Como escritora latinoamericana, a la hora de redactar, ¿te sucede que estos fluyen para contar hasta lo más típico de tu país?
No creo en purismos de ninguna clase. Todos andamos por ahí super contaminados. ¡Con más razón la palabra!

8. En otro momento de la novela, un grupo de amigos se divierte en una reunión y reflexionan sobre el sentimiento de tener un “status de ignorados” en su propia sociedad. Lo curioso es que todos son profesionales. ¿Crees que este sentir se extiende a los ciudadanos del mundo de estos días?  
Me parece que vivimos escenarios de subjetividades exacerbadas. En ese sentido, ese grupo de amigos no eran profesionales, sino reflexivos, muy racionales. Y sí, creo que estos modernos desfasados deben sentirse desplazados en muchos lugares del planeta.

9. ¿Dónde podemos conseguir la novela?  
Lo más fácil es contactarme: candrade1963@yahoo.com


10. Recomiéndanos autores guayaquileños o ecuatorianos a quienes deberíamos seguirles la pista.  
Marcelo Báez
María Fernanda Pasaguay 
Gilda Holst 
Gabriela Alemán 
Luis Carlos Mussó 
Solange Rodríguez 
Juan Fernando Andrade 
Lucrecia Maldonado 
Santiago Páez

Hasta aquí La lleva Alicia ¡Paso la idea a quien le sirva!